Comunicado de prensa No. 11/2021

 

⇒ Según el IV Estudio Nacional de Salud Bucal (ENSAB IV), en Colombia a partir de los 20 años las personas empiezan a tener pérdidas dentales.

⇒ La OMS estima que la prevalencia de edentulismo en Colombia está entre 46 y 55 %.

⇒ El 70,4% de las personas adultas en el país han perdido algún diente a lo largo de su vida; de esta población 73% son mujeres y 67,6% son hombres (ENSAB IV).

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Bogotá, D.C., 27 de agosto de 2021. La prevalencia de los problemas dentales en Colombia sobresale por su frecuencia e impacto en la salud general; afecciones como las caries, enfermedades periodontales, traumas dentoalveolares, fluorosis, anomalías congénitas, hiperplasias por prótesis, cáncer y lesiones premalignas, entre otros, actualmente afectan a los colombianos.

“El panorama general sobre salud dental en Colombia evidencia que a partir de los 20 años de edad empieza la pérdida dental y que el número de piezas perdidas se incrementa con el pasar de los años, siendo importante señalar que este deterioro es mayor en las mujeres (73%) que en los hombres (67,6%), y que el 5,2% de las personas han perdido todos sus dientes (edéntulos totales), sobre todo en personas entre 65 y 79 años”, afirmó Liliana Wilches Quintana, Docente de la Facultad de Odontología de la FUSM.

Por otra parte, Luz Adriana Echeverri Aponte, Docente de la misma Facultad, explica que dicha problemática en el país incluso también se ha observado en la población infantil; “Aunque existen campañas de salud bucodental orientadas hacia los niños, estas tienen poca o ninguna continuidad y sostenibilidad. Lo mismo sucede con la educación en cuidado bucal de jóvenes y adultos; no se brinda información suficiente y adicionalmente, no cuentan con los recursos económicos para realizar los cuidados y tratamientos requeridos”.

No siendo poco, la pandemia COVID-19 ha influido en que numerosas familias hayan tenido que posponer sus citas odontológicas y el seguimiento a sus tratamientos; “los pacientes con problemas dentales o tratamientos en curso que podrían haber sido solucionados con facilidad en la consulta presencial, tuvieron que esperar o posponer su cita. Esto incidió en la aparición y origen de problemas dentales adicionales o de mayor magnitud y por ende la necesidad de atención en la actualidad va en aumento”, concluyó Echeverri.

Si bien durante el periodo de confinamiento se aplicaron mecanismos de naturaleza preventiva como la ‘teleodontología’ a nivel de EPS, IPS y consultas particulares, al presentarse una urgencia como dolor, inflamación, infección o sangrado), los pacientes pudieron agendar citas prioritarias. Sin embargo, desafortunadamente no todos los colombianos tienen acceso y disponibilidad a este tipo de tecnología (teleodontología), lo que contribuyó a la profundización de la aparición de problemas dentales en todos los ciclos de cursos de vida.

 

Barreras de acceso

El estado de salud bucal en el país está condicionado por el nivel socioeconómico. “No solo los colombianos están limitados por sus finanzas y capacidad adquisitiva, factores que dificultan el acceso a los servicios odontológicos, también hay un patrón repetitivo en el que la pobreza contribuye a aumentar el consumo de azúcar en la dieta y disminuye el uso de elementos de higiene bucal”, manifestó Wilches.

Si bien gran parte de la población en Colombia no cuenta con los recursos sociales y económicos para poner en práctica los cuidados generales que implica una buena salud oral, la población más vulnerable se compone de los niños menores de cinco años con historia de caries, adultos mayores que no tienen un acompañamiento en el autocuidado y personas que viven en áreas rurales y están alejados de los centros médicos y a los servicios de salud, “lo que conlleva a la pérdida progresiva de tejido dental hasta llevar a la perdida dental, por encima de los procesos de educación y de mantenimiento de la salud bucal” (MinSalud, 2015).

A lo anterior se suman las barreras de acceso provocadas directamente por la legislación; “La cobertura de los sistemas de salud es limitada tanto para el régimen contributivo como para el subsidiado con respecto al tratamiento del edentulismo mediante prótesis dentales mucoso portadas y totales. Por ejemplo, para el régimen contributivo son cubiertas para los cotizantes con un ingreso base de cotización igual o inferior a dos salarios mínimos legales mensuales vigentes”, sostuvo Echeverri.

También existen otras barreras que intensifican la desigualdad en el derecho a la salud, relacionadas con escasa infraestructura, materiales y personal en centros de atención en salud, grandes distancias y costos de movilización desde los hogares al centro de atención, oferta de servicios de baja calidad, recursos disponibles según el tipo de afiliación, demoras en la programación de las citas y desconfianza de los pacientes hacia los profesionales en salud.

De acuerdo al ENSAB IV, “a un 5% de los encuestados se les negó la atención por no haber citas disponibles (63%), no había profesional contratado (6,5%), no había materiales e insumos (3,8%), el procedimiento no estaba incluido en el plan de beneficios (4,5%), hubo problemas en la afiliación (10%), y por falta de dinero (1,7%)”.

 

¿Cuáles son los tratamientos?

“De acuerdo al numero de dientes faltantes o segmentos unilaterales, bilaterales o totales en la arcada dentaria, se determina si se realiza prótesis fija, prótesis parcial o prótesis total, evidenciándose a través del ENSAB IV que el uso de las mismas se incrementa a medida que aumenta la edad. De la población edéntula, un reducido 31,6% usa algún tipo de prótesis, siendo mayor el uso en las mujeres que en los hombres, consecuentemente a la mayor pérdida dental que ellas presentan”, explicó Wilches.

El edentulismo se previene con hábitos de cuidado bucal en todos los cursos de vida como son:

• Alimentación saludable

• Higiene bucal

• Prácticas de autocuidado

• Controles odontológicos periódicos determinados por el especialista

 

Finalmente, las especialistas de la San Martín advierten que la pérdida dental temprana en la primera infancia e infancia genera una serie de alteraciones en la posición de los dientes permanentes, la cual inicia un espiral patogénico que, de no intervenirse de manera oportuna, conlleva a mayores pérdidas dentarias y a la alteración estructural y funcional de los demás componentes del sistema bucal (dientes, tejido de soporte, ATM).