Comunicado de prensa No. 2/2021

 

⇒ Con el crecimiento constante que ha mantenido en los últimos años, la apicultura en Colombia se está convirtiendo en una actividad productiva, económica y rentable, en especial para habitantes de zonas rurales del país. La producción anual aproximada es de 4.000 toneladas de miel.

⇒ Expertos de la Fundación Universitaria San Martín plantean las razones por las que la apicultura se proyecta como una alternativa sostenible y rentable para la economía nacional.

⇒ La producción apícola es una actividad pecuaria con la que se puede alcanzar las metas propuestas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas; entre los cuales figuran los siguientes: Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; Trabajo decente y crecimiento económico; Reducción de desigualdades; Producción y consumo responsable; Acción por el clima, y Vida de ecosistemas terrestres.

⇒ En la actualidad se están investigando diferentes biomoléculas ligadas al polen y al propóleo para su síntesis y extracción con fines medicinales y cosméticos.

 

Bogotá D.C., 6 de abril de 2021. La apicultura es un importante actor de la producción de alimentos y de la seguridad alimentaria, debido a que el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la polinización para su producción, y a que las abejas corresponden al mayor grupo de insectos, entre miles de especies nativas. Todo ello asegura la reproducción de estos productos agrícolas, lo cual hace que mejore su calidad y cantidad.

Durante los últimos cinco años, en Colombia la apicultura ha crecido de forma constante, en un 10% anual, contando hoy con más de 135.000 colmenas en desarrollo y alcanzando una producción promedio de 4.000 toneladas de miel, procedente de las regiones Andina, Caribe y Orinoquía, con una participación del 50%, 30% y 20%, respectivamente.

Esta producción ―que además de ser rentable para la economía nacional, propicia la polinización necesaria para la conservación de la flora nativa, la recuperación de bosques degradados y acelerar la reforestación de especies nativas― se realiza en un total de 23 departamentos del territorio nacional, con un aproximado de 3.000 apicultores que generan 3 mil empleos directos y 6 mil indirectos.

En la región Andina colombiana (en especial, Boyacá y Cundinamarca) existe un gran potencial de producción de polen, donde se alcanzan producciones de 40 kg/Colmena/Año, en comparación con producciones anuales en países europeos, de 13 a 20 kg/Colmena/Año.

Javier Pérez, Decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Fundación Universitaria San Martín aseguró que “el impacto de las abejas sobre el medioambiente es enorme, por no decir incalculable, pues resulta complejo cuantificar sus servicios ambientales directos e indirectos como polinización, conservación del recurso genético y en la economía campesina”. Además, enfatizó, que se estima que por cada peso que gana un apicultor, las abejas aportan entre 10 a 20 pesos al ambiente y a la comunidad circundante.

 

El valioso aporte de las abejas

A partir de las abejas, se pueden producir múltiples alimentos y productos de cuidado personal. Además de obtener productos propios de las colmenas como miel, polen, propóleo, cera, apitoxina (veneno de abeja), jalea real, entre otros, se obtiene una diversa cantidad de productos derivados como bálsamos labiales, jabones, algunos cosméticos con inclusión de miel, jalea real o apitoxina.

Uno de los más valiosos aportes de estos insectos es la polinización de cultivos de manera natural o técnica, dentro de los que figuran más de 70 cultivos vegetales, entre estos, frutales, hortalizas, oleaginosas y semillas; los cuales proveen de alimento a la humanidad.

El medioambiente es otro de los grandes beneficiados de la actividad apicultora. Siendo Colombia el segundo país más biodiverso del mundo, en gran parte del territorio nacional se pueden mantener abejas, ya que contamos con unas condiciones propicias de luz, temperatura y humedad. En Colombia, las abejas se pueden encontrar “desde el nivel del mar hasta los 3,500 msnm, por lo general cerca de bosques húmedos y bosques altoandinos, en los llanos orientales y en pie de monte de nuestras cordilleras”, según lo expresa Alonso López Durán, Zootecnista y docente de la Fundación Universitaria San Martín.

Las abejas son “seres que contribuyen a la salud animal, ambiental y humana (One Health), ya sea con sus servicios ambientales, sus deliciosos y naturales productos o la satisfacción de trabajar con ellos y estar aportando algo a nuestro planeta”, afirmó López Durán.

 

Apicultura, investigación, desarrollo e innovación

En Colombia existe un total de 37 grupos de investigación asociados a la cadena apícola. En los últimos años se han realizado 17 proyectos de Investigación + Desarrollo + innovación (I+D+i) con entidades nacionales (públicas y privadas), en los que se han destacado universidades públicas y organismos estatales con 15 publicaciones científicas generando conocimiento para la Cadena Apícola y las partes interesadas.

Debido al gran interés del gremio apícola, sociedad civil, organizaciones públicas, entidades privadas con el liderazgo de la Cadena Productiva de las Abejas y la Apicultura de Colombia se han alcanzado importantes logros como un censo apícola actualizado, creación de normativas para calidad y sanidad de productos apícolas, impulso de acciones para protección de las abejas, acciones contra la falsificación de miel, promoción de la conservación y protección de las abejas, entre otros.

Las más recientes investigaciones se han dedicado a estudiar ectoparásitos, infecciones y virus; efecto de pesticidas, recombinación genética de poblaciones, resistencia genética a parásitos y enfermedades; fisiología reproductiva; efecto letal de pesticidas (imidacloprid, neonicotinoides), y polinización dirigida a cultivos de potencial exportador y conservación ambiental.

 

Razones para conservar y mantener la apicultura

La apicultura es una actividad pecuaria de tiempo parcial, con una inversión relativamente baja y rentable, que provee de ingresos extra a comunidades rurales. Si en Colombia se disminuyera la conservación y mantenimiento de la apicultura, “estaríamos retrocediendo en los pasos agigantados que han dado el gremio apícola y la sociedad civil en los últimos años, sin contar con el impacto ambiental y en la producción de alimentos, los que en consecuencia se verían afectados por la cantidad de polinizadores”, complementó Pérez.

Actualmente, el mayor productor de miel es América es Argentina, con más de 75.000 toneladas al año, seguido por Estados Unidos y México, países que dependen de condiciones ambientales estacionales para su producción.

A nivel mundial, China es el mayor productor de miel, con más de 445.000 toneladas al año, seguido por Turquía, con 114.000 toneladas. Teniendo en cuenta que los apicultores colombianos no realizan trashumancia de colmenas, ello mejoraría la producción, el rendimiento y la eficiencia de la actividad apicultora en nuestro país, el cual no alcanza a suplir su propio consumo de miel, que es muy bajo (83 gr per cápita), por lo que constantemente realiza importaciones procedentes de Norteamérica, Europa y Asia; con el agravante de que el 80% de la miel comercializada en el país es adulterada.

Desde la Fundación Universitaria San Martín se promueve con los grupos de investigación y profesionales el mejoramiento de su eficiencia productiva porque reconocen que, en Colombia, la apicultura se proyecta exitosamente los próximos años desde los esfuerzos de los apicultores y las entidades nacionales dirigidos a la promoción de esta actividad pecuaria con la comunidad, de sus productos y beneficios.