Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de niños y adolescentes que presentan obesidad se ha multiplicado por diez a nivel global en las últimas cuatro décadas. En este sentido, las cifras presentadas por la OMS están en sintonía con la tercera Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), la cual destaca que en la primera infancia (niños de 0 a 4 años) el exceso de peso –que incluye tanto sobrepeso como obesidad– subió de 4.9% en 2010 a 6.3% en 2015.

Yixel Córdoba González, Medico Docente de Salud familiar y Comunitaria de la Facultad de Medicina, de la Fundación Universitaria San Martín, comentó al respecto: “La condición nutricional de los niños depende directamente de sus prácticas de alimentación. Los padres deben ser conscientes y asumir hábitos responsables a la hora de suministrar las comidas a los menores, además deben conocer qué tantos dulces, comidas rápidas o ‘paquetes’ pueden suministrar a los pequeños”.

De esta manera, Córdoba, recomienda que se ingieran alimentos como lácteos, verduras, frutas, granos, cereales no azucarados, carnes, huevo y micronutrientes, cuando es necesario (hierro, zinc, vitamina A, ácido fólico y cobre, entre otros). Además, el consumo diario de frutas y verduras contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares, disminuye las lipoproteínas de baja densidad y cuida la presión arterial, siendo un alimento que directamente disminuye la adiposidad en personas adultas con sobrepeso debido al mayor aporte de fibra.

Es claro que la ‘comida chatarra’ tiene una mala reputación cuando se piensa saludablemente, ella está asociada con el aumento de sobrepeso y obesidad. Estos productos son excesivamente ricos en grasa, directos responsables de la disminución del consumo de vegetales y de la actividad física. Asimismo, hay una relación entre los ingresos económicos y el consumo de estos alimentos: a menores ingresos, mayor tendencia al consumo de comidas rápidas. También se asocia el consumo de 1 a 3 comidas rápidas a la semana con el sobrepeso y obesidad.

Por otra parte, están las bebidas azucaradas, las cuales son un factor determinante en el aumento de peso en niños y adultos. “Analizando en detalle, al ingerir bebidas azucaradas de 12 onzas hay un aumento de 0,06 unidades en el IMC en niños y adolescentes. En el caso de adultos el incremento del peso es de 0,12-0,22 Kg en un año”, aseveró la experta.

 

Datos para una nutrición adecuada.

Córdoba explicó que -como se escucha frecuentemente- el desayuno es una comida vital para desarrollar una alimentación balanceada. Existe evidencia la cual sugiere que niños y adolescentes que no toman el desayuno tienen un riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad.

En este sentido es elemental ingerir nutrientes esenciales en la cantidad y frecuencia adecuadas a lo largo del día (dependiendo de la edad). Se habla que un niño debe cubrir al menos el 25-30% de sus necesidades nutritivas al desayuno. “Es importante que los padres organicen el desayuno de forma saludable. Deberían incluir al menos un lácteo con pan, tostadas, cereales o galletas; una fruta o zumo; y, en ocasiones, jamón o algún fiambre”, advirtió la vocera.

En el almuerzo los platos deben alternar tanto verduras, pastas, legumbres, arroces y sopas, además de carnes y pescados. El postre debe ser normalmente una fruta o un lácteo. La merienda no debe ser desmesurada. Esta comida del día suele ser aceptada por los niños y complementa adecuadamente su dieta, porque permite incluir alimentos nutritivos y evita que los chicos lleguen a la cena con demasiada hambre.

La cena, por su parte, tiene como alimentos recomendados los purés, sopas o ensaladas y, como complemento, carnes, huevos y pescados. En porciones más racionales que el almuerzo.

Desde el primer año hasta los 5, los pequeños deben consumir entre mil y 1.400 calorías diarias. Entre el 5 y el 20%, debe provenir de las proteínas, 45 y 65% de los carbohidratos, y 30 a 40% de las grasas. No se recomienda dar lácteos descremados a niños menores de 5 años, ya que ellos requieren de esa grasa adicional.