Comunicado de prensa No. 3

 

⇒ Los decanos de la Facultad de Medicina, sede Pasto y Cali, hacen un llamado al Gobierno Nacional para que se cree un corredor humanitario con el fin de enfrentar la crisis que, de no controlarse, incrementaría los contagios por Covid–19 de manera sustancial en Nariño, Cauca y Valle del Cauca.

⇒ La propuesta contempla seis estrategias de intervención con la comunidad que vive en la zona fronteriza con Ecuador, la cual tiene una extensión de 587 kilómetros entre los departamentos de Nariño y Putumayo.

⇒ En el corredor humanitario es clave instalar campamentos de aislamiento en Ipiales, Tumaco y Pasto; crear centros de alojamiento con medidas de aislamiento escalonado, hacer pruebas al máximo de detección de Covid–19 y garantizar el trasporte terrestre para que los migrantes masivamente regresen a sus países, entre otras medidas.

⇒ Con el propósito de evitar un mayor contagio, la Facultad de Medicina, sedes Cali y Pasto, de la Universidad San Martín, también le recomienda al Gobierno Nacional ampliar el confinamiento obligatorio más allá del 11 de mayo, de acuerdo al comportamiento de la pandemia en la zona fronteriza.

 

Bogotá, mayo 5 de 2020. Los decanos de la Facultad de Medicina, sede Pasto y Cali, de la Fundación Universitaria San Martín (FUSM), hacen un llamado al Gobierno Nacional para que se cree un corredor humanitario con el fin de evitar que colapse el sistema de salud en el sur del país, especialmente en los departamentos fronterizos con Ecuador y al mismo tiempo contrarrestar la que sería una emergencia sanitaria sin precedentes por cuenta del impacto del nuevo coronavirus.

Según la propuesta, liderada por los doctores Edgar Villota y Juan de Dios Villegas, de la FUSM, “sino se interviene de manera inmediata la situación y no se frena el flujo de migrantes, especialmente de venezolanos, por las más de 37 trochas ilegales que hay en el paso fronterizo con Ecuador, la crisis va a ser incontrolable”, señalaron.

Para tener en cuenta, solo este fin de semana, de acuerdo con información oficial de la Alcaldía de Ipiales (Nariño), más de 200 migrantes venezolanos cruzaron la frontera de manera ilegal.

Para Villota y Villegas, pese a que son claros y evidentes los esfuerzos que están haciendo las Gobernaciones de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, sumado al buen trabajo que realizan las Alcaldías de Pasto, Ipiales, Tumaco, Popayán y Cali, entre otras, con el propósito de contener un contagio masivo por Covid–19, estas acciones parecen que no son suficientes.

Ambos decanos advierten que, de no instalar lo más pronto posible un corredor humanitario en el sur del país, “la emergencia sanitaria podría generar un incremento sustancial en los casos positivos del nuevo coronavirus en Nariño, Cauca y Valle del Cauca”, dijeron.

Actualmente, en estos departamentos hay más de 1.300 infectados por Covid–19. Pero los cálculos indican que, de no tener un mayor control de la emergencia, los contagiados podrían llegar mínimo a 1.900 (un 50% aproximadamente) en muy corto tiempo y los asintomáticos a triplicarse, cifras proyectadas según los modelos estadísticos y epidemiológicos del Instituto Nacional de Salud (INS) y de las Secretarias de Salud Departamentales.

Según Villota y Villegas, “el sistema de salud de estas regiones podría colapsar, más si se tiene en cuenta que en Nariño –donde a hoy, 5 de mayo, hay 204 casos, 100 solo en Ipiales–, y de los 64 municipios que componen el departamento, menos de la mitad cuentan con camas en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) y respiradores mecánicos”, afirmaron.

De hecho, el Ministerio de Salud, confirmó que actualmente hay habilitadas 132 camas en UCI, de las cuales se calcula que más del 50% están ocupadas por pacientes con más sintomatologías distintas al nuevo coronavirus.

Otras cifras indican que en Colombia hay actualmente 115 mil médicos, pero de ellos solo 27 mil son especialistas. La mitad –13.500– están concentrados en Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín. Las áreas rurales y ciudades pequeñas, como Ipiales o Tumaco y otras regiones similares, tienen poca disponibilidad de recurso de estos profesionales, por lo cual los pacientes críticos deberán ser remitidos a las grandes ciudades y los demás tendrán que ser monitoreados por médicos generales y personal de atención primaria.

“De aquí la importancia de entrenar más médicos generales, especialistas y demás personal del equipo de atención en salud de primera línea en manejo de paciente crítico, para reforzar las UCI cuando se necesite”, señalaron ambos decanos.

Esta alerta es aún mayor si se tiene en cuenta que actualmente, siendo 5 de mayo, Ecuador tiene 31.881 casos confirmados por Covid–19 y 2,036 fallecidos, convirtiéndose en el tercer país de Latinoamérica con mayor número de contagios, después de Perú (47.372 y 1.344 muertos) y Brasil (105.222 y 7.288 víctimas mortales).

Si bien en las provincias de Carchi (58 casos), Sucumbíos (44) y Esmeraldas (208), que limitan con Colombia en una frontera de 587 kilómetros de extensión, solo registran 310 infectados por el virus (1.9% del total en Ecuador), esta situación no deja de ser preocupante, especialmente para los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca que acumulan cerca de 1.300 casos del nuevo coronavirus y temen incrementar en más de un 50% estos registros y en consecuencia enfrentar la misma crisis de la nación ecuatoriana que, a raíz de la pandemia, vio cómo se desbordó su capacidad sanitaria.

Vale recordar que, según los científicos y expertos epidemiólogos e investigadores, Colombia aún se encuentra en etapa ascendente de la pandemia sin haber llegado al pico epidemiológico, teniendo en cuenta el confinamiento obligatorio decretado por el gobierno Nacional y las medidas de aislamiento inteligente para ir liberando sectores de la economía.

Al aplicar este concepto a la frontera con Ecuador y teniendo en cuenta la situación actual de sus ciudades y población vecina, el panorama para estas regiones sería potencialmente mucho más crítico en los meses siguientes, en los cuales se calcula que la gente ira retomando, poco a poco, su vida normal y es ahí cuando se espera un aumento de casos sustancial que presionará al sistema de salud hasta generar su colapso.

 

¿En qué consiste el corredor humanitario?

La propuesta de los Doctores Villota y Villegas contempla seis estrategias de intervención.

Primero, instalar campamentos de aislamiento en la zona fronteriza, especialmente en Ipiales, Tumaco y Pasto, para enfrentar una posible emergencia y evitar que colapse el sistema de salud fronterizo. “Desde luego es necesario contar con mayor apoyo económico e institucional del gobierno Nacional para incrementar y robustecer las medidas de bioseguridad, tecnología, suministros y salarios del personal médico”, afirmó Villota.

Como una solución alterna, Villegas, propone crear centros de alojamiento permanente con medidas de confinamiento escalonado, con pruebas de detección combinadas, rápidas y PCR, según el caso.

Segundo, es necesario implementar medidas urgentes para trasladar definitivamente a los migrantes venezolanos. “Esta población no puede seguir deambulando en los límites fronterizos en precarias situaciones de alimentación, vestido y alojamiento, convirtiéndose, sin pretenderlo, en riesgosos portadores o diseminadores potenciales del virus”, dijeron ambos doctores.

Sin embargo, Villota insiste en que es fundamental garantizar el transporte y las facilidades para que estas personas retornen a su país. “Lo anterior sería válido para toda la extensión de la frontera, fundamentalmente en Ipiales, en algunos municipios como la ex provincia de Obando, el Pacífico en las cercanías a Esmeraldas y el Putumayo frente a Sucumbios”, agregó.

Tercero, se debe mantener el cierre de la frontera con Ecuador y fortalecer su vigilancia, especialmente en los pasos ilegales. En este punto, es importante resaltar la buena gestión del Gobernador de Nariño quién logró el apoyo del Presidente para que el Ejército y la Policía reforzaran su presencia en este territorio con más de 675 hombres en el sitio y un sistema aéreo no tripulado.

Cuarto, Villota y Villegas mencionan que en Ipiales y Tumaco, en materia de medidas sanitarias de tipo epidemiológico, se deben hacer más pruebas a la mayor población fronteriza posible y fortalecer las medidas de seguimiento y de vigilancia epidemiológica a los casos positivos para garantizar la debida atención en salud a quienes resulten enfermos y sintomáticos, y el aislamiento para los asintomáticos.

También es clave incluir la frontera ecuatoriana con el Putumayo frente a Sucumbios. Aquí es fundamental, por ejemplo, aumentar la atención domiciliaria, continuar con el aislamiento preventivo, según el comportamiento de la pandemia, y fortalecer todo el despliegue frente a los casos positivos asintomáticos o con síntomas leves”, dijeron.

Ambos decanos añaden que “llegó el momento de invertir en la gente, de desarrollar una verdadera promoción y prevención en salud, que evite el colapso del sistema precario que históricamente ha tenido el sur del país. Llegó el momento que la salud deje de ser la cenicienta de los presupuestos”.

Quinto, es urgente que el Gobierno Nacional inyecte mayores recursos económicos a los departamentos de Nariño, Cauca, Putumayo y Valle del Cauca, para ampliar los servicios hospitalarios, las camas de UCI con su correspondiente dotación, los ventiladores mecánicos y los medicamentos con el propósito de fortalecer el sistema y evitar su colapso, por lo menos en el corto plazo.

Un excelente comienzo sería hacer el pago para saldar la inmensa deuda vigente con las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y Empresas Sociales del Estado (ESE), que causa tanta dificultad en la atención de pacientes con la consecuente disminución de la calidad de la atención”, cuestionó Villota.

Igualmente Villegas advierte sobre la importancia de garantizar la provisión suficiente y adecuada de los equipos de protección personal a los médicos e integrantes del equipo de atención en salud, según el nivel de complejidad y el servicio, así como entender el momento actual como la oportunidad para pagar la deuda histórica en materia de estabilidad laboral, reconocimiento económico y contractual que aún se debe al gremio médico y personal de salud.

Sexto, en particular con la población indígena de la frontera, es necesario hacer una mayor atención, enfatizando en el apoyo logístico y nutricional ante las difíciles condiciones que enfrentan estas comunidades. De acuerdo a Villota, aquí los esfuerzos deben ser mayores y en consecuencia se vuelve mucho más fácil comunicar la pedagogía de promoción y de prevención frente a la contingencia.

Finalmente, la Universidad San Martín se une al llamado de las autoridades nacionales, regionales y municipales para que la comunidad acate las medidas de distanciamiento físico, confinamiento y aislamiento según sea el caso, para evitar la propagación del virus, el aumento de los contagios y crezca el número de pacientes críticos y fallecidos.

Igualmente, la institución hace una invitación a la solidaridad de todos los colombianos y advierte sobre la importante de proteger a los profesionales de la salud que han estado tan expuestos combatiendo esta pandemia.