En la última década los modelos de educación virtual y a distancia han ganado adeptos entre los colombianos. Según el Ministerio de Educación Nacional, solamente en el año 2016 el número de matrículas en educación virtual aumentaron en 98,9%. La Fundación Universitaria San Martín (FUSM), informa cómo aprovechar estos modelos de educación y los cuidados que debe tener.

Lo primero en resaltar, es que el Ministerio define la educación virtual, también llamada ‘educación en línea’, como el desarrollo de programas de formación que tienen como escenario de enseñanza y aprendizaje el ciberespacio. En otras palabras, la educación virtual hace referencia a que no es necesario que el cuerpo, tiempo y espacio se conjuguen para lograr establecer un encuentro de diálogo o experiencia de aprendizaje.

El Vicerrector Académico de la FUSM, Yezid Orlando Pérez Alemán, añadió que también se debe diferenciar el modelo virtual al de educación abierta. Esta última surge como una alternativa de ampliación de cobertura eliminando las barreras para el acceso a la educación. Se trata de un modelo dinámico, flexible, sin las limitaciones del modelo presencial, en donde las circunstancias de tiempo, lugar, contenidos y formas de aprendizaje no son una limitación para que las personas puedan formarse. Ejemplos de este modelo en Colombia fueron los programas de alfabetización, educación para adultos y campesinos a través de la radio, la televisión o las cartillas físicas enviadas por correo postal. La educación a distancia/virtual es una metodología en la que el estudiante y el docente no tienen que encontrarse presencialmente para desarrollar el proceso formativo y se logren los objetivos.

 

Sus beneficios

Una de las ventajas del modelo virtual y el de distancia es que ofrece flexibilidad a los estudiantes, quienes por razones de tiempo, ubicación geográfica, o situación económica no pueden desplazarse a una institución de educación superior. Asimismo, favorece el desarrollo del auto aprendizaje -que es una habilidad para la vida-, y fomenta la autonomía del estudiante como responsable de su propio aprendizaje. De igual manera, el uso y el manejo de la información no tiene límites, el alumno profundiza el conocimiento de acuerdo con sus necesidades e intereses.

Con esta metodología existe la posibilidad de dedicar mucho más tiempo a otras actividades como las laborales, personales o familiares, con lo cual se equilibran estas actividades con el estudio y se lograr una mejor calidad de vida; además puede acceder a recursos y posibilidades de aprendizaje a través de las herramientas tecnológicas o los mediadores pedagógicos a los que de otra manera no podría acercarse”, profundizó Pérez.

En Colombia resulta importante que la educación superior a distancia amplíe la cobertura a regiones y municipios donde no se cuenta con oferta de programas presenciales; los estudiantes en estas regiones y municipios podrán formarse sin necesidad de alejarse de su contexto económico, social y cultural para aplicar lo aprendido en beneficio justamente de su comunidad. Finalmente, no se puede dejar de mencionar que los valores de matrícula son menores a los de los programas presenciales, alcanzando a mayores poblaciones que buscan acceso a la educación superior.

“Las desventajas están mucho más asociadas a las exigencias que plantea la metodología para el estudiante; no tener al docente en forma presencial puede convertirse en una desventaja si el estudiante no es consciente de que él es el responsable de su propia formación y que en el ejercicio de su autonomía debe desarrollar sus métodos y formas personales de aprendizaje”, informó el Vicerrector Académico de la FUSM.

 

Características para triunfar en el modelo

Para que un estudiante pueda ser exitoso en un programa académico en metodología a distancia debe:

►Valorar el autoaprendizaje para su propia formación, es una habilidad para la vida y el trabajo.

► Tener un alto grado de responsabilidad, disciplina y autogestión para desarrollar el programa académico sin supervisión permanente.

► Adaptabilidad y flexibilidad a nuevos ambientes de aprendizaje diferentes al salón de clase tradicional.

► Disposición para el uso de la tecnología como mediador del aprendizaje.

► Habilidades de expresión oral y escrita para su comunicación con el docente.

► Disponibilidad de tiempo para cumplir con los requisitos académicos previstos en cada una de las asignaturas del programa de estudios y desarrollar el trabajo independiente.

► Evidenciar un adecuado grado de desarrollo de competencias de lecto-escritura y de matemáticas.

► Capacidad para interactuar con grupos heterogéneos en edad, intereses, ocupación, motivaciones, experiencias y aspiraciones.

Para concluir, es importante resaltar que los programas académicos ofrecidos por las instituciones de educación superior, independientemente de la metodología en la que se ofrezcan – presencial, a distancia o virtual -, requieren para su funcionamiento contar con un registro calificado otorgado por el Ministerio de Educación Nacional. Para ello, todo programa debe cumplir con unas denominadas condiciones de calidad que hacen referencia a aspectos como los contenidos curriculares, la investigación, medios educativos, la relación con el entorno, los egresados, la organización y la administración del programa, entre otras.

Para no caer en instituciones o programas que no cuentan con la autorización del Ministerio de Educación Nacional y que lo estafen, el centro educativo deberá en todo momento promocionar el programa indicando el código del registro calificado otorgado en el Sistema de Información de la Educación Superior – SNIES. Toda persona podrá verificar dicha información tanto del programa como de la institución en el SNIES https://www.mineducacion.gov.co/sistemasinfo/snies/